Entrevista a Santiago de la Cuesta, creador de Conservas Atacopampa
Por Regina L. Robles Z.
Santiago tiene 27 años y fundó Atacopampa en septiembre de 2017. El año pasado fue destacado como “orgullo salteño”. En el día de ayer cumplió su primer año la fábrica de la empresa, símbolo del esfuerzo y de sus frutos. Esta PyME familiar empezó este 2020 a proyectarse nacionalmente, dando ejemplo de superación personal y empresarial en medio de la pandemia.
A continuación, Santiago nos da testimonio de su camino como emprendedor, sus motivaciones más profundas, y sus estrategias para sortear la actual crisis.
RR:¿Cómo iniciaste este emprendimiento, qué te motivo y cómo llevas tu vida a la par de todo?
SDC-Desde muy chico la formación que tuve en casa se basó en que “pase lo que pase siempre hay que seguir adelante”. Frente a esto pasó que a los 17 años tuve una enfermedad y por una mala praxis en el ojo derecho perdí la vista de ese ojo. Hasta ahí mi vida seguía normal, pero al año siguiente me pasó lo mismo con el ojo izquierdo. Tuve varias operaciones, fui a Buenos Aires y a pesar de todo no pude salvar mi vista. Entonces, terminé el secundario y después empecé a buscar trabajo.
Yo vengo de muy chico con ganas de emprender. Juego al rugby y este deporte te enseña a motivarte todo el tiempo. Con toda esta formación, con los valores “del campo” que siempre tuve -y me gustó muchísimo porque viví en Coronel Moldes, de donde sale el nombre “Conservas Atacopampa”- y mis ganas de pechar para adelante refloté en la idea de que uno como persona puede hacer absolutamente todo lo que quiera. Eso le agradezco a mi familia que me sostuvo, “no importa lo que se hace, sino que en lo que hagas seas el mejor, que seas en eso la mejor versión de uno mismo”.
La cuestión es que a la hora de insertarme en el mundo laboral busqué trabajo por todos lados, currículums en el sector público, en el privado, y no conseguí. Hice voluntariados en ONGs que me formaron como emprendedor/empresario así que en el momento justo emprendí porque ya tenía todos estos conocimientos y más que nada la garra.
Una vez más aparecen mis viejos por ahí que cocinan impresionante, son unos capos totales, y hacen unos escabeches fantásticos. De hecho, muchas de las recetas que tenemos son de ellos y otras mías. Vimos que había una posibilidad de mercado y un mercado no cubierto, esto de los escabeches. Había de muchos lados del país, pero no salteños; no había un producto realmente bueno que sea de acá, entonces, con toda mi familia, con mi hermano Celedonio y mi novia Fátima, buscamos cómo darle una beta empresarial a esto que viene de las raíces, de la cultura familiar. Así que hace dos o tres años vamos poniendo de pie a esta empresa que se llama “Conservas Atacopampa”.
RR:¿Cómo es la relación con tu equipo de trabajo? ¿Qué los motivó a sumarse?
SDC: -Primero que nada, tengo que destacar el trabajo de mi equipo ya que lo hicieron por motus propio sin sacar ningún rédito, y lo que hicieron fue solamente darme una mano. Mi hermano Celedonio, mi novia Fátima, Margarita López Sierra que es la diseñadora, mi prima Ana que es la contadora y Nicolás Lucero que es nuestro asesor empresarial que nos dice por dónde hacer las cosas. Toda esta gente se sumó como si fuese un voluntariado y yo todos los días agradezco a la vida por esta gente que está en mi vida, porque desinteresadamente me ayudaron, y eso hasta el día de hoy. Esto generó Atacompampa, no yo, el proyecto.
“Mita y mita” fue esto. Mita soñar e imaginar lo que sería este proyecto y mita planificarlo. Al principio lo hicimos para probar y claro, cuando el mercado empezó a responder positivamente vimos que era más que una posibilidad. Nosotros buscamos esto. Lo queríamos. Y tener esta fábrica en perfectas condiciones, tener los productos habilitados, fue algo que visualizamos todo el tiempo. Lo que me pone contento todos los días fue haberlo logrado, pero sabiendo que no es todo y que todavía queda muchísimo camino por andar.
En cuanto al volumen que comercializamos es entre 800 y 1000 frascos lo cual es poco para la producción que podemos hacer. Hay muchos mercados, que con lo del coronavirus, nos potenciaron y esto nos dio más ganas de ponerle garra porque estamos como todos; todo el mundo está pensando que si te frenas un mes te podés fundir. Desde ese miedo respondimos, lo hicimos diciendo, “si vamos a apostar, apostemos todo”. Nos contactamos con gente de Rosario de Santa Fe, de Córdoba, de Tucumán, de Buenos Aires que tiene un mercado inmenso y nos tenemos que acomodar en la producción y tal vez dar un pasito atrás para impulsarnos con más fuerza. Ese es nuestro próximo objetivo, mandar a todo el país nuestros productos para que la gente pruebe porque realmente son buenísimos y damos todo para que sean excelentes.
RR: ¿Cómo lo comunicaron y qué aspectos cambiaron con la pandemia?
SDC: -Desde e principio fue muy artesanal, la cosa era más casera, empezamos vendiéndole por WhatsApp a la familia y a los amigos a quienes les debo el poder empezar porque te compran a veces para colaborar, pero a partir de esa ayuda que me dieron al principio fue lo que nos mostró que esto era bueno. Aparte desde ese contacto cercano vía WhatsApp fuimos mejorando las recetas para hacerlo perfecto.
Después pasó que esa forma de comunicación nos reducía al círculo más íntimo, por lo cual tomamos la decisión de abrir un Facebook e Instagram que estaba en auge y sigue hasta el día de hoy. Lo que tenemos que hacer a futuro, aparte de comunicar por las redes sociales donde seguro hay mucho por mejorar, es afilar el sistema de envío porque la gente necesita en sus casas los productos, más ahora con el tema de la pandemia.
A pesar del miedo del principio de la pandemia, quisimos colaborar en potenciar otros proyectos de productores salteños, así que montamos acá en la fábrica un negocio en la parte que da a la calle con todos sus productos, de esa manera no sólo estamos promocionando lo nuestro sino lo de Salta. Yo no me imaginaba que Salta tenía tan buenos productos, eso es algo realmente impresionante, entonces lo mío más lo de otros productores nos hizo poder palear la situación.
Por otro lado, el mercado viene girando para otro lado, tenemos que darnos cuenta que es la incorporación del e-commerce, así que estamos con el armado de nuestra página web porque todo esta migrando a la compra por e-commerce.
Lo del coronavirus es algo que no tiene precedentes, nos descoloca a todos, nos puso en plan de usar la imaginación, así que yo le diría a la gente que se ponga a usar la imaginación, porque sí hay caminos como lo del e-commerce- buscar varias formas de salir adelante. Yo aquí en Atacompampa, con todo el equipo, pensamos en muchas formas de salir cuando hay dificultades y luego optamos por la solución más conveniente, no siempre nos sale bien pero siempre es mejor que quedarse quieto. También creo que hay que estudiar, yo estudio mucho por YouTube, es un lugar para hacerlo gratis. Así que no es solo emprender sino estudiar, formarse y usar el pensamiento lateral. Aparte también es necesario tener la pasión, el tirar ideas como locos y llevarlas a cabo.
Creo que los salteños nos debemos muchísimo el potenciar nuestras ideas y la pasión, porque tenemos mucho realmente y nos tienen que conocer en todo el país por nuestros productos. Tenemos que mirarnos con las puertas abiertas a toda la Argentina y al mercado interno. Creo que vamos a salir adelante.
A los jóvenes me gustaría decirles que hagan lo que los haga felices. Nosotros acá realmente disfrutamos. A veces se piensa que ser empresario o emprendedor hace que trabajes menos pero no, se trabaja mucho más, pero cuando tenés una pasión por lo que hacés el trabajo no cuesta. Por eso mi consejo es que hagan lo que les gusta y lo que no les gusta, no lo hagan.
Dejo abierta las puertas a todos aquellos que deseen comercializar sus productos o probarlos.