Por José de Guardia de Ponté
En Aproximaciones
El lado umbrío, oscuro de una montaña, y la vertiente soleada. Representan las polaridades de la realidad sensorial: día y noche, masculino y femenino, mente y materia, bien y mal, luz y oscuridad, fuerza y debilidad, cielo y tierra. En el reino del pensamiento, yin es la compleja y femenina mentalidad intuitiva; yang, el claro y racional intelecto. Yin es la tranquilidad, la quietud contemplativa del sabio; yang, la fuerte acción creativa del rey.
¿Cómo podría percibir la oscuridad sin la luz, el frío sin el calor, el bien sin el mal ?.
La doble polaridad marca un equilibrio, el lugar fugaz donde el péndulo pasa en su derrotero eterno.
El TAO no es una religión, no necesita ni de dogmas ni de rituales. Al contrario, desconfía de las palabras y de las leyes inmutables y retóricas. Simboliza el cambio constante. La transformación que impone el tiempo. La transmutación como principio fundamental del devenir.
El TAO es el equilibrio de las cosas y de los tiempos. TAO no es su verdadero nombre, sólo un apelativo, significa “camino”. Un recorrido que debería hacer el hombre para percibir y no entender la vida… la percepción depende del espíritu, el entendimiento de la mente.
Hay cierta ética en el TAO. Sus valores fundamentales son: LA SENCILLEZ, LA MODERACIÓN, LA ABNEGACIÓN, LA GENEROCIDAD y EL PACIFISMO.
LA SENCILLEZ:
Vivir con sencillez es no buscar riqueza, fama ni lujos. Los que buscan estas cuestiones gastan muchísima energía. Esto no significa ser pobre o miserable. Para nada. Trabajar lo suficiente para tener lo necesario. Buena comida, buena vestimenta, hasta una linda y cómoda casa. Es evitar la opulencia y el lujo, que justamente para conseguirlo hay que invertir mucho tiempo y energía que podría ser usado para ser feliz.
Con la fama pasa lo mismo. Se necesita mucho sacrificio y esfuerzo para conseguirla y todavía mucho más para conservarla.
LA MODERACIÓN:
Es la clave del equilibrio de la vida ya que nada en exceso es bueno. Existe un punto de equilibrio, una justa medida para todas las cosas. Las plantas necesitan agua para poder vivir y sol para procesar sus alimentos. Pero si le ponemos mucha agua o demasiado sol se mueren. El ejercicio es bueno pero en exceso nos produciría lesiones. Así también el trabajo es necesario pero si exageramos nos produciría un perjuicio. Todo debe tener un punto justo. Toda razón de ser debe estar justificada para no convertirse en algo negativo.
Moderación en todo, en el hablar, en el comer, beber y hasta en el amar.
LA ABNEGACIÓN:
En el mundo de hoy lo que más prevalece es el YO. El individuo como eje principal de la existencia. “El otro no existe”, esto ha acarreado mucho dolor y sufrimiento a la humanidad ya que somos seres bio-psico-sociales. Dependemos de los demás para existir.
El TAO propone la co-existencia. Una relación íntima y armoniosa con los demás. La importancia personal para un taoísta no es tener más, sino su cabal utilidad en una sociedad. Cuanto más útil es una persona, más importante es.
La abnegación es la generosidad desinteresada. Es comprender la ley de la reciprocidad. Todo lo que das te vuelve. Causa y efecto.
Una persona abnegada es un ser lleno de bendiciones ya que la vida le responde comparativamente a lo que da. “Somos lo que damos”, dice el TAO.
GENEROSIDAD:
Para el TAO actuar mal es producto de la ignorancia. Es desconocer que actuar bien es recibir luego un beneficio superlativo. Todo lo que uno da se le retribuye el doble.
Se recomienda estar lejos de personas ignorantes, ya que son de vibraciones muy oscuras y no sólo se perjudican a sí mismas sino a todo lo que las rodea.
PACIFISMO:
El TAO recomienda nunca usar la fuerza a menos que sea un último recurso en defensa propia. El uso de la violencia siempre nos traerá pena y dolor.
El pacifismo también está dirigido a nuestro “qué hacer”, no debemos esforzarnos en sobremanera, hay que fluir tranquilos. Toda tarea debe realizarse con dedicación y paciencia, como un niño cuando juega.
Un verdadero Taoista no usa la violencia sino que sabe dominarla, un cazador de tiempo, de poder… Un ser que encuentra su tiempo maneja los tres estados del tigre. 1) Saber – 2) Esperar y 3) Actuar. Los tigres no buscan a sus víctimas, esperan que pasen. Esta estrategia se las brinda el “conocimiento”, un tigre sabe la rutina de su presa, sabe cuándo duerme, cuándo sale a comer, por dónde camina y hacia dónde se dirige, por lo que, lo único que debe hacer es escoger el lugar adecuado y esperar que pase… y cuando pasa, simple… ACTÚA.
Percibe tu existencia y encontrarás tu equilibrio.